Federico Silva, nacido el 16 de septiembre de 1923 en Ciudad de México, es un reconocido artista y escultor mexicano, cuya obra ha dejado una marca indeleble en el panorama cultural del país. Desde joven, Silva mostró una inclinación por el arte, estudiando inicialmente en la Academia de San Carlos y luego en la Escuela Nacional de Artes Plásticas.

Su carrera comenzó en el ámbito de la pintura mural, colaborando con grandes maestros del muralismo mexicano como Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros. Sin embargo, fue en la escultura donde Federico Silva encontró su verdadera voz artística. Sus obras escultóricas, a menudo monumentales, se caracterizan por una audaz experimentación con materiales como piedra, metal y concreto, y por su profunda conexión con las raíces prehispánicas y el paisaje natural de México.

A lo largo de su carrera, Silva ha recibido numerosos reconocimientos, incluyendo el Premio Nacional de Ciencias y Artes en 1995. Su legado también incluye una destacada labor educativa, habiendo sido profesor en diversas instituciones y fundador del Museo Federico Silva en San Luis Potosí, dedicado a la escultura contemporánea.

Federico Silva sigue siendo una figura clave en el arte contemporáneo mexicano, inspirando a nuevas generaciones con su creatividad, innovación y compromiso con la cultura de su país.